El piloto del Chevrolet número 24 repitió lo hecho en 2024 y se quedó con las 500 Millas de Daytona, abriendo la temporada de NASCAR Cup Series. William Byron (Chevrolet), se quedó con una carrera que se atrasó por lluvias, pero que no frenó la pasión dentro y fuera de la pista por un nuevo año del mejor automovilismo norteamericano.
Luego del gran show previo, la presencia del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, incluso rodando en las vueltas previas con el auto presidencial, la temporada tuvo un inicio agridulce, porque la carrera arrancó bien, pero el clima no. Las lluvias comenzaron a complicar la situación en el giro 10, y la prueba se detuvo con bandera roja por horas. Byron, justo era el puntero.
Con el Hendrick Motorsports, estuvo astuto para no formar parte de los incidentes. Luego de una ardua lucha donde los Ford de Penske conducidos por Ryan Blaney y Austin Cindric fueron grandes candidatos, Cindric quedó solo a pocos giros por un accidente que eliminó a Blaney, provocado por otro Ford de Penske, el del campeón Joey Logano.
Con cinco giros por disputar, Byron era décimo y un fuerte choque se dio en la punta, iniciado por Cole Custer (Ford) golpeando a Christopher Bell (Toyota), en el único momento donde los de Joe Gibbs Racing parecían sorprender a Hendrick y Penske. Denny Hamlin (Toyota) lideraba, y detrás, Ryan Preece (Ford) se llevó la peor parte, con un auto dañado y que voló a altísima velocidad.
Luego de constatar que no hubo consecuencias, se reanudó la prueba, y el Overtime tuvo un gran avance de Byron desde la quinta fila, olió sangre y luego de un toque que relegó a Hamlin y Cindric, Custer, y tantos otros. William Byron se fue indemne por milímetros y repitió, algo que no pasaba de los años 2019 y 2020, cuando Hamlin se llevó la gloria consecutivamente.
Tyler Reddick (Toyota) se quedó con la segunda ubicación y la leyenda Jimmie Johnson (Toyota), llegó al tercer puesto.