Juan Emilio Guazzeroni tuvo el podio muy cerca en San Jorge, pero marchando segundo debió desertar en la octava fecha de la Fórmula Junior 1.6. El piloto de Teodelina cumplió una gran labor durante el sábado, y luego de clasificar segundo hizo una buena carrera mientras el auto lo dejó.
En los entrenamientos, Guazzeroni notó que su auto tenía potencial pero la puesta a punto no estaba afinada. Entonces el equipo Racing Fórmula Junior puso a punto el auto y en la segunda tanda pudo estar segundo, y de allí en más la felicidad de Juan Emilio no terminó más. A la hora de clasificar, las cosas se mantuvieron en el alto nivel y pudo meterse segundo.
Durante la final del domingo, la idea era intentar arrebatar la punta en la primera parte de la carrera, y el representante del sur santafesino estuvo a punto de pasar a Tedeschi. Se puso a la par en la curva uno, pero no alcanzó a quedar al frente por no tener la cuerda. Luego no le dio persecución, pero detrás tampoco tuvo quien le haga presión. Estaba siendo una carrera tranquila, hasta que un cable paró el motor.
“Nos quedamos conformes porque nos aseguramos de que el auto anda muy rápido. Hicimos un gran cambio y la verdad es que mejoró mucho. Si bien nos faltaba para correrlo a Lucas Tedeschi, pudimos escaparnos de los demás y eso es muy importante”, comentó Guazzeroni, contento más allá del resultado final.
“Logramos un buen tiempo de clasificación, algo que no habíamos logrado en otras carreras, y nos vemos competitivos para la próxima. Tenemos que mejorar el chasis luego de los cambios que hicimos, y si podemos hacer alguna prueba mejor”, agregó.
Y completó: “Esta carrera la verdad es que nos motiva mucho a pesar de abandonar por un problema tonto, porque se nos desconectó un cable. Sabemos que el auto es muy rápido y agradezco al equipo, así como a la gente de la peña de los jueves, a toda la gente de Teodelina y Villa Cañás, mi familia, los patrocinantes y cada uno de los que me apoya desde lejos para que yo pueda estar corriendo”.
Mauro Calandria – Prensa Juan Emilio Guazzeroni / Foto: Alejandro Gómez