El santafesino Marcos Bobbio se preparó muy bien para la octava cita del calendario de TS1800, en Alta Gracia, y los resultados no fueron de los mejores. Llegó 14º, luego de renegar bastante el sábado y sin ligar fortuna en la prueba final.
Durante la primera jornada de actividad, en el Renault Clio de Bobbio se trabajó mucho pero no se encontró la clave para estar entre los primeros. Clasificó 14º y recién el domingo se vio un gran cambio positivo.
La competencia matinal tuvo a Bobbio muy veloz, remontando hasta el quinto lugar pero los frenos lo complicaron un poco. De todas formas, Marcos salió a la final con fe en que iba a avanzar varias colocaciones, pero rápidamente se produjo un despiste forzado que desacomodó la puesta a punto del chasis y la carrera se hizo cuesta arriba. El santafesino llegó en el puesto 14, lejano a lo que apuntaba.
“Lamentablemente me toqué un par de veces con Andrés Cief. Lo dejé entrar en la chicana y él después no me dejó en la bajada. Me pegó en la rueda y se desalineó algo en la rueda delantera izquierda. Luego en el curvón dos él me pasa por fuera y no terminó de pasarme que se cerró y me tuve que ir al pasto para no pegarnos. Veníamos en quinta a fondo, muy fuerte, y se ve que no me vio. Yo hice un trompo y por suerte nadie me pegó”, detalló Bobbio.
Y agregó: “En la serie los tiempos fueron muy buenos, pero el ritmo en la final no pudimos analizarlo por el toque en el primer giro. Teníamos para estar entre los cinco mejores seguro. Ahora vamos a recuperar el auto, y estoy agradecido a Damián Procchietto, el encargado del auto, a Esteban Pou por los motores, Matías Fernández por los amortiguadores y a todos los chicos del equipo”.
Mauro Calandria – Prensa Marcos Bobbio / Foto: Hernán Rodríguez