Río Gallegos tuvo a Leonel Larrauri mostrando un gran nivel en la final de la fecha de la Clase 3 del Turismo Nacional, y cuando estaba décimo lo tocaron. Terminó 13º en el autódromo José Muñiz, pero llegó a estar décimo hasta que un rival lo embistió.
El domingo comenzó temprano para Larrauri, siendo parte de la primera serie selectiva. El baigorriense intentó avanzar por todas partes, pero no pudo ser mejor que séptimo. Largando vigésimo la final, el panorama no era el mejor pero la confianza en avanzar estuvo siempre. “La serie no fue buena y el auto sigue sin funcionar del todo bien. Tendremos cambios para la final”, dijo tras la batería y previo a la carrera final, quien conduce el Honda Civic número 15.
Desde la partida, Leo superó rivales para quedar en pocas curvas 18º y luego de dos giros más, 16º. El Honda anduvo realmente muy rápido y nunca paró de avanzar, más allá de recibir un par de toques, primero con Jerónimo Teti sin intención de su rival, y cuando Larrauri accedió a poco del final al décimo puesto, un toque innecesario de Juan Pablo Koch lo tiró cuatro puestos para atrás.
“Venía para terminar entre los diez pero el toque de Koch me perjudicó mucho, perdí cuatro lugares. Fue una verdadera lástima porque si terminábamos entre los diez era muy justo. El equipo trabajó muchísimo para mejorar la puesta a punto y se lo merecía. El motor anduvo bien, pero todavía le falta un poco más, y queremos ver si podemos volver a probar”, comentó y analizó Larrauri tras una competencia que debió terminar con mayor premio para él.
Mauro Calandria – Prensa Larrauri Racing / Foto: Marcelo Ranea
