Luciano Bucci cerró la cuarta fecha del TS1800 con un gran resultado en San Jorge, porque quedó como líder del certamen a pesar de ser séptimo en la final. Luego de una difícil competencia peleando mano a mano con su principal rival en el certamen, Danilo D’Angelo, éste quedó a pie y así el de Villa Gobernador Gálvez sumó lo suficiente.
Utilizando un motor de repuesto por razones de fuerza mayor, Luciano Bucci entrenó con normalidad metiéndose entre los más rápidos. Cuando llegó la hora de las pruebas de clasificación, el Fiesta Kinetic estuvo en muy buen nivel y se llegó a la octava colocación.
“Arrancamos el fin de semana complicados con el chasis, pero lo modificamos de punta a punta. La idea a la hora de clasificar era de estar entre los diez mejores, porque penamos con el Fiesta acá. Teníamos en mente sólo sumar para el campeonato y perder la menor cantidad de unidades posible”, comenzó a relatar Luciano Bucci.
Durante la mañana dominical la serie fue buena, arrancando con cautela pero terminando cuarto y en buen nivel para la final. Por la tarde, la carrera fue muy dura y además con la presión ejercida por D’Angelo, hasta un roce que tuvieron que terminó con el auto de Luciano cruzado. Pero para su buena suerte, a pesar de los roces él no entró en trompo y su contrincante quedó a pie. Esa crítica e inesperada situación en pista terminó con Luciano séptimo y lo sumado fue suficiente para ser líder del certamen.
Explicando el rendimiento del domingo, ‘Lucho’ detalló: “En la serie se mejoró y para la final le dimos una mayor ida de cola para no perder tanto el ritmo. Luego en la final se nos hizo difícil por una falla motriz, a la vez de que llegamos muy justo con las gomas”.
Analizando su situación actual y el compromiso que se viene, Bucci afirmó: “No esperábamos estar adelante en el campeonato pero estamos contentos. Encima ahora viene Rafaela, que nos cae muy bien. Tenemos que arreglar el motor con Fabián Ballina, probarlo bien y dejarlo a punto para estar bien afilados”.
Mauro Calandria – Prensa Ale Bucci Racing / Foto: Alejandro Gómez
Los equipos mostraron sus decoraciones, pero no sus cartas
En una mega presentación por los 75 años de la Fórmula 1, la revelación de los colores y sponsors para este 2025 fueron unificados con grandes preparativos y una ejecución entretenida. No obstante, muchos equipos aprovecharon para mostrar cómo se verán sus autos, sin ser exactamente las unidades de este certamen.
Utilizando piezas o chasis directamente de hasta dos temporadas atrás, la F1 llenó el estadio O2 de Londres para ver las alineaciones 2025 de pilotos, sus vestimentas, y espectaculares juegos de luces sumados a artistas de primer nivel. Una a una, en orden inverso a la finalización del Campeonato de Constructores 2024, los equipos mostraron las decoraciones que llevarán desde el Gran Premio de Australia.
A medida que pasaban las figuras, se denotó que los equipos pusieron en exposición autos que no son los que competirán este año, sabiendo de los celos y secretos que cada escudería espera guardar.
En paralelo, casi todos los equipos mostraron renders y fotos de estudio de los autos reales 2025, que serían así:
McLaren-Mercedes MCL39: #4 Lando Norris / #81 Oscar PiastriFerrari SF-25: #16 Charles Leclerc / #44 Lewis HamiltonRed Bull RB21: #1 Max Verstappen / #30 Liam LawsonMercedes FW16: #63 George Russell / #12 Andrea Kimi AntonelliAston Martin-Mercedes: #14 Fernando Alonso / #18 Lance StrollAlpine-Renault: #10 Pierre Gasly / #7 Jack DoohanHaas-Ferrari: #31 Esteban Ocon / #87 Oliver BearmanRacing Bulls: #22 Yuki Tsunoda / #6 Isack HadjarWilliams-Mercedes: #23 Alexander Albon / #55 Carlos SainzSauber-Ferrari: #27 Nico Hülkenberg / #5 Gabriel Bortoleto
El piloto del Chevrolet número 24 repitió lo hecho en 2024 y se quedó con las 500 Millas de Daytona, abriendo la temporada de NASCAR Cup Series. William Byron (Chevrolet), se quedó con una carrera que se atrasó por lluvias, pero que no frenó la pasión dentro y fuera de la pista por un nuevo año del mejor automovilismo norteamericano.
Luego del gran show previo, la presencia del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, incluso rodando en las vueltas previas con el auto presidencial, la temporada tuvo un inicio agridulce, porque la carrera arrancó bien, pero el clima no. Las lluvias comenzaron a complicar la situación en el giro 10, y la prueba se detuvo con bandera roja por horas. Byron, justo era el puntero.
Con el Hendrick Motorsports, estuvo astuto para no formar parte de los incidentes. Luego de una ardua lucha donde los Ford de Penske conducidos por Ryan Blaney y Austin Cindric fueron grandes candidatos, Cindric quedó solo a pocos giros por un accidente que eliminó a Blaney, provocado por otro Ford de Penske, el del campeón Joey Logano.
Con cinco giros por disputar, Byron era décimo y un fuerte choque se dio en la punta, iniciado por Cole Custer (Ford) golpeando a Christopher Bell (Toyota), en el único momento donde los de Joe Gibbs Racing parecían sorprender a Hendrick y Penske. Denny Hamlin (Toyota) lideraba, y detrás, Ryan Preece (Ford) se llevó la peor parte, con un auto dañado y que voló a altísima velocidad.
Luego de constatar que no hubo consecuencias, se reanudó la prueba, y el Overtime tuvo un gran avance de Byron desde la quinta fila, olió sangre y luego de un toque que relegó a Hamlin y Cindric, Custer, y tantos otros. William Byron se fue indemne por milímetros y repitió, algo que no pasaba de los años 2019 y 2020, cuando Hamlin se llevó la gloria consecutivamente.
Tyler Reddick (Toyota) se quedó con la segunda ubicación y la leyenda Jimmie Johnson (Toyota), llegó al tercer puesto.
El galés pudo contener los embates de su compañero Takamoto Katsuta y logró una gran diferencia en la cima del Campeonato Mundial de Rally. Cinco pilotos lucharon por la victoria hasta el último día de competencia.
Elfyn Evans (Toyota Yaris) iba capturando y cediendo la punta del Rally de Suecia a medida de que pasaban los tramos, y en el último día de carrera, todo se fue cerrando a una lucha de compañeros, contra Takamoto Katsuta (Toyota Yaris), ambos del Toyota Gazoo Racing. En el anteúltimo tramo recién fue cuando Evans logró calmar parte de la presión, llegando al Power Stage como puntero de la prueba.
Para Toyota fue una definición de mucha tensión porque ambos querían ganar, sobretodo el japonés, quien tenía muy cercana la chance de su primera conquista en el WRC. Además, Toyota sabía que si ambos erraban bajo presión, Thierry Neuville (Hyundai i20) estaba a pocos segundos, lo mismo que Ött Tänak (Hyundai i20). En quinto lugar, Kalle Rovanperä (Toyota Yaris) poco podía ayudar para hacer 1-2-3.
El Power Stage tuvo a los dos máximos contendientes haciendo una excelente tarea, Evans ganó la especial y la carrera, Katsuta lo secundó a apenas 3s8, y el campeón Neuville concluyó en el tercer lugar de la premiación. Párrafo aparte, el regreso de Martins Sesks (Ford Puma) lo tuvo en gran nivel, llegando sexto siendo mejor que los pilotos de Ford a tiempo completo.