En una definición infartante pensando en el campeonato, el belga Thierry Neuville (Hyundai i20) alejó los primeros fantasmas. Ganó el Rally de Grecia y extendió distancias en la cima del Campeonato Mundial, en un 1-2-3 de la marca surcoreana que era impensado hasta pocos kilómetros del final, cuando volcó Sébastien Ogier (Toyota Yaris).
El Súper Domingo de Ogier marchaba impecable, liderando la clasificación del día y tratando de hacer pisar el palito a un Neuville que quiere de una vez por todas ser campeón mundial de WRC. Ogier, a quien lo pusieron a tiempo completo para intentar doblegar al de Bélgica, no pudo contra Neuville ni el sábado, con una gran diferencia en la general, ni tampoco el domingo porque en el Power Stage, volcó y de ser segundo cayó al 15º lugar, fuera de los puntos.
Este suceso inesperado dejó a todos los Yaris sin sumar, en un golpe muy duro porque los únicos Rally1 híbridos en zona puntuable, fueron 1-2-3 para Hyundai Motorsport. Daniel Sordo (Hyundai i20) y Ött Tänak (Hyundai i20) completaron los festejos con un Neuville que tendrá tres competencias donde si no comete errores graves, se mantendrá como gran favorito a la corona.
Para Neuville fue su segundo triunfo del año, tras ganar en Montecarlo, y Ogier, escolta en la tabla con dos competencias sin estar inscripto y otra sin correr por accidente previo, frena la positividad que traía con tres triunfos y tres segundos puestos. El cetro de pilotos, y el de equipos, parece que irán para Corea del Sur.