McLaughlin aguarda desde la pole, Canapino, sabe que puede avanzar
Pasan los días y las 500 Millas de Indianapolis se disputarán este domingo, si el mal pronóstico del clima lo permite, y la IndyCar se prepara para todo tipo de escenario.
Previo a la carrera, solo queda por delante el Carb Day, la última práctica donde se ajustarán los últimos detalles para rendir al máximo en la competencia más importante del año. Scott McLaughlin (Team Penske) ya ganó este año, en Barber, pero ahora pretende que la prueba en Indianapolis sea el último mojón hacia el estrellato en Estados Unidos, tal como el neozelandés hiciera en Australia con los Supercars.
El 1-2-3 en línea de partida para Penske es otro hecho sobresaliente, poco habitual y que deja en claro cuál es el equipo favorito, más allá de que Álex Palou (Chip Ganassi Racing) lidera el certamen, Patricio O’Ward (McLaren) y Scott Dixon (Chip Ganassi Racing) también han vencido este año, y lo que pueda suceder en carrera está atado a múltiples variables.
El argentino Agustín Canapino (Juncos Hollinger Racing) es quien se mordió de bronca en clasificación, porque estaba para ser Top 5 en la tanda que le permitía ir al Fast 12, pero una falla mecánica del motor Chevrolet lo dejó a pie. Largará 22º, algunos lugares por delante de su compañero Romain Grosjean (Juncos Hollinger Racing), y al igual que en su debut, pretende remontar lugares a base de ritmo y estrategia. Además, el arrecifeño fue 4º en la última práctica, la del lunes, demostrando que sin ese inconveniente, sigue contando con un gran auto.