La previa al Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 abrió múltiples debates, entre los cuales la intensidad y la animosidad de las palabras no son fortuitas. Entre todo ello, la situación del argentino Franco Colapinto suma palabras pero nada de certezas ni novedades.
BUTACAS
Colapinto y Williams quieren seguir ligados entre sí, ambos quieren que el de Pilar maneje un Fórmula 1 en 2025 y que corra la temporada venidera, pero el problema está en que el equipo de Grove no tiene butaca libre, y se especula con el segundo puesto en Sauber, donde hay muchos candidatos con serias posibilidades, y la del argentino no es la más sencilla.
James Vowles aclaró: “Franco es un buen sustituto, pero nadie lo conocía. Su padre vendió su casa para que compitiera en un campeonato, la Fórmula 4, ganó con un equipo que no tenía condiciones y ahí lo descubrí. Lo metimos en un simulador, lo pusimos en Fórmula 2 y empezó a ganar carreras, y le dimos la oportunidad en Silverstone. Ahí no esperaba lo que hizo con el auto. Iba al ritmo de Alex, y eso no es algo que sucede o que debería suceder. Fue un gran paso adelante, porque el F2 es difícil de manejar pero un F1 es hiper rápido, lo hizo de manera admirable”.
Con esas palabras, Vowles está tratando de convencer a todos de que Colapinto necesita un gran contrato el año que viene, para no ser solamente el piloto de pruebas de Williams, sino para tener actividad, sea en F1 o fuera.
Franco, por su parte es cauto y trata de concentrarse en lo inmediato, que es comenzar a conocer el circuito de Marina Bay, en Singapur: “Es mi primera vez en esta hermosa ciudad, hace mucho calor y es la primera carrera nocturna de mi vida, es muy emocionante. Venimos de un fin de semana realmente bueno en Bakú, así que trataré de seguir así, aunque será difícil esta pista, tengo que aprender mucho y resetearme de cero para hacerlo progresivamente bien”.
Por otro lado, el argentino reveló: “En el auto de Alex habrá mejoras, que luego esperemos tenerlas pronto en nuestro auto también. Agradezco al equipo por el gran esfuerzo que están haciendo, tuvieron que reparar mi auto en Bakú, también hay mucho empeño en estas mejoras y esperemos hacer las cosas bien”.
La prensa le preguntó por el 2025, y no esquivó, pero tampoco quiso opinar demasiado: “No tengo idea de lo que va a pasar en 2025, pero no es algo que esté en mi cabeza ahora mismo. Es por eso que tengo managers que están trabajando en lo que tengo que hacer la próxima temporada. No pienso demasiado en muchas cosas. Mi foco está en este año y en la increíble oportunidad que tuve de competir en la F1 a mitad de temporada. Mi objetivo era venir a la F1 e intentar quedarme. La oportunidad que me dio Williams es muy especial y ha sido un sueño que he tenido desde que era muy pequeño. Estoy disfrutando cada momento y creo que eso es lo más importante. No sé cuánto durará, si estaré aquí el año que viene o no… Realmente no me importa y no pienso en esas cosas. Ha sido genial hasta ahora y no veo la hora de seguir trabajando con este increíble equipo. Por supuesto, estoy muy orgulloso y agradecido por la oportunidad que me dieron”.
Pero así como Colapinto lucha por seguir en F1, también intentará hacerlo Gabriel Bortoleto, líder de la F2, Théo Pourchaire, joven de la academia Sauber, y quien quiere aferrarse a su butaca y continuar, Valtteri Bottas. El finlandés habló y afirmó que está “manejando mejor que en Mercedes”, pero con la posición de Sauber en pista, “no se nota”. Esta declaración de intenciones, más otras publicaciones en redes sociales, hacen cuenta de que Bottas no la tiene fácil pero quiere seguir.
Pero de todas las noticias sobre cambios de pilotos, hay una más fuerte y certera que se centra en el equipo RB, y tiene que ver con la continuidad de Daniel Ricciardo. El australiano, quien está ante la confirmación de que no seguirá en 2025 en Fórmula 1, también tiene un rumor que enfrentar para después del domingo, que es la posibilidad de ser reemplazado por Liam Lawson antes de finalizar el 2024. Ricciardo dio a entender de que algo de eso hay: “No puedo dar demasiados detalles, pero en términos de contrato, nuestras fechas entran más o menos en esta ventana ahora. Así que, básicamente, espero un sí o un no para el 2025”. Y agregó: “Estoy al tanto de algunas conversaciones y especulaciones sobre el resto de la temporada, pero eso por el momento, lo desconozco. Así que la decisión que espero es para el año que viene. Pero, obviamente, en este deporte han pasado cosas locas, así que tampoco voy a ponerme aquí a presumir y a confiar en que, ‘oh, sí’. Creo que lo estaré, pero ya veremos”.
Daniel, quien podría estar mirando a otras categorías, habló sobre IndyCar y NASCAR: “¡La IndyCar todavía me da miedo! Mirá, lo pensé porque también lo analicé hace un par de años cuando supe que no iba a empezar la temporada 2023. Pero sé que sigo siendo un piloto. Sé que todavía tengo mucho fuego en mí, pero tal vez esa comezón se rasca haciendo otra cosa. No lo sé. Ya veremos. Es difícil, incluso hablando de ello, estar en este deporte y luchar por un décimo puesto de vez en cuando. Es tal vez lo mismo con hacer otra categoría. Y sin faltar al respeto a otras categorías, soy un fan de la NASCAR y muchas otras formas de automovilismo, pero porque he estado allí y he experimentado el más alto de los máximos, ¿voy a conseguir la verdadera satisfacción haciendo otra cosa y no hay garantía de que voy a ser impresionante haciendo otra cosa?”
REGLAMENTOS
La FIA, siendo fuertemente presionada por los equipos en estos días, aclaró que se sigue con atención todo lo vinculado a los alerones, a la flexibilidad y a cada una de las opiniones. No obstante, dejó en claro que las pruebas por el momento han sido todas satisfactorias, pero que se estudian nuevos métodos de medición, y que cualquier equipo podría ser avisado en cualquier momento de que cierta pieza es o no reglamentaria.
McLaren está en el ojo de todos porque gana, ahora lidera el campeonato de constructores, pero también por la flexibilidad de las alas traseras, creando un ‘Mini-DRS’ que sus rivales pretenden que se declare como “no amigable con las normas de la F1”. Mientras tanto, todos trabajan para encontrar soluciones tanto con las alas delanteras como traseras, para usar al máximo la flexibilidad y no perder en esta carrera armamentística, al menos hasta que la FIA declare estas piezas como ilegales.
Ferrari propone una nueva trompa, con configuración de mayor carga y el viernes se verá cómo rinde, y cuánto flexiona. Lo mismo Red Bull, que aparentemente están mejorando en ese punto y no es descabellado encontrarse con alguna sorpresa.
Lando Norris, el piloto que espera plantarle cara a Max Verstappen en las fechas faltantes, destacó: “Todo ha sido inspeccionado, así que todo es legal. Estamos haciendo lo que podemos, para eso está la Fórmula 1, para explorar todo lo que puedes hacer dentro de las normas. Hemos superado todas las pruebas y demás, por lo que la FIA está contenta”.
MALAS PALABRAS
La FIA, por medio de su presidente Mohammed Ben Sulayem, propusieron a la organización de la Fórmula 1 nuevas direcciones sobre las palabras emitidas por los pilotos y miembros de equipos en las comunicaciones que salen al mundo a través de la televisión. Si bien se encuentran muchos insultos, que son utilizados luego para críticas y expresiones polémicas en las redes sociales.
“Tenemos que diferenciar entre nuestro deporte, el motorsport, y el rap”, declaró Ben Sulayem, y profundizó: “No somos raperos. ¿Cuántas veces por minuto dicen la palabra con F (fuck)? Nosotros no somos eso”. Esto, dicho a Motorsport.com, pidiendo responsabilidad a los protagonistas.
“Estamos contentos con los pilotos. Vayan y diviértanse, hagan lo que mejor saben hacer y compitan. Y estamos contentos con el promotor: Andá y ganá plata y más plata. Pero sí, también hay que respetar el deporte. Yo pienso en el espíritu del deporte”, completó.
Esto no cayó bien, y encima Lewis Hamilton lo tomó como una ofensa: “No me gustó cómo se refirió. Decir lo de los raperos es muy estereotipado y, si lo analizás, la mayoría de los raperos son negros y eso es lo que realmente señala, cuando dice: ‘No somos como ellos’. Así que creo que no son las palabras adecuadas. Hay un elemento racial ahí”. Sin embargo, Hamilton aclaró que la idea de Ben Sulayem es correcta, pero es algo que deberían aprender solos los pilotos como lo hizo él con el tiempo.
Quien fue más crítico con la idea fue Max Verstappen, diciendo que “los niños de cinco y seis años empezarán a decir palabrotas en algún momento”. Y continuó: “Eso pasará incluso aunque a sus padres no les guste, cuando sean mayores y anden por ahí haciendo el tonto con sus amigos, es inevitable que digan malas palabras”. Sobre el pedido de la FIA a la F1, Max explicó: “No cambiará nada, creo que podemos empezar por no transmitir más estas cosas, porque si no lo transmitís, nadie se entera, solamente el equipo”. Por otro lado, dio un veredicto: “Creo que en otros deportes también se dicen muchos insultos, con el calor del momento, solamente que no se capta, pero a nosotros se nos transmite todo, porque quizá sea parte del entretenimiento”.