Marcos Juárez estuvo muy bien representada en Paraná, en la disputa de la quinta fecha del Turismo Agrupado 1600. Matías Cantarini y Santiago Robledo hicieron podio en sus respectivas carreras, en la fecha con invitados, poniendo a Cantarini a pocos puntos del líder del campeonato.
Durante el sábado se renegó mucho con la caja de velocidades, clasificando con el temor a que se rompa, pero al menos pudieron quedar séptimos. Sabiendo el gran potencial del Volkswagen Gol, se trabajó en la reparación pero a pesar de ello, el puntero del campeonato tuvo un gesto de compañerismo para destacar, prestando una caja de velocidades para minimizar riesgos.
En la final de invitados, Santi Robledo fue siempre para adelante y terminó segundo, detrás de otro de Marcos Juárez como Maximiliano Fontana. Con el auto en la primera fila para la final de titulares, que otorgaba muy buenos puntos, Cantarini estaba confiado en poder subir otra vez al podio, y no defraudó.
Pudiendo luchar por la victoria, en pista debió conformarse con llegar cuarto pero como el auto que venció estaba en calidad de invitado, Mati fue tercero para el campeonato y se puso a cuatro puntos y medio de Nico Pontoni, rival en la pista pero gran compañero afuera, quien por un accidente no sumó unidades y Cantarini se acercó y mucho.
“Fue un fin de semana complicado que lo terminamos muy bien. Clasificamos bien junto a Santiago Robledo, y en su final corrió bárbaro, me dejó segundo y en grandes condiciones para la final. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, sumar y en el caso de Pontoni sufrió un choque y en el campeonato ahora nos acercamos. Si bien no pudimos ganar, nos vamos mejor en el torneo”, afirmó Matías, muy feliz por ser regular en las primeras posiciones en casi todas las finales.
Finalmente, agradeció no solamente a su gran equipo, sino también a la de quien lo ayudó: “Estoy muy agradecido a toda mi gente porque obtuvimos un gran podio, a Santi Robledo porque hizo una carrera fenomenal y especialmente se lo agradezco a la familia de Nico Pontoni, a él y su padre, porque me brindaron una caja de velocidades para correr”.
Mauro Calandria – Prensa Matías Cantarini / Foto: Nicolás Riccardi