Tres puntos fue lo que pudo sumar Marcos Bobbio en gran desventaja durante la cuarta fecha del TS1800 en Junín. El equipo trabajó para llegar con un chasis que está evolucionando pero no se reflejó debido a que en esta ocasión, el motor no tuvo la potencia suficiente.
Renegando desde los ensayos, el santafesino cada vez se fue amoldando a lo que había y no quedó otra opción que intentar sumar algo de puntos y evitar accidentes en una pista que estaba bastante peligrosa. Marcos evitó riesgos que puedan dañar la unidad y apostó al ritmo para cosechar algo.
En la serie, Bobbio no pudo completar las seis vueltas pero en la final, largando desde el puesto 25 consiguió dejar atrás varios rivales y culminó 19º. El gran esfuerzo se vio recompensado con apenas dos puntos, y quedó el sinsabor de saber hasta dónde se hubiera llegado con un motor competitivo como se tuvo en la cita pasada.
“Tuvimos un fin de semana complicadito. Ahora sólo nos queda trabajar e ir a probar para la próxima fecha que será dentro de muy poco. Íbamos despacio y no quería arruinar el auto en la final, porque no tenía sentido. Hicimos algunos cambios para ver cómo funcionaban y entonces usamos la carrera como una prueba”, explicó el de Santa Fe capital.
Específicamente sobre el motor, Marcos aseveró: “Tengo que hablar con Esteban Pou para que se solucione esta merma ya que anduvimos bastante más despacio que en la fecha anterior y hay algo que no está funcionando. En Rafaela necesitaremos motor sí o sí y esperemos que nos vuelva a dar un buen medio mecánico”.
Y cerró: “Gracias a los chicos del taller, a Pipi Prochietto, Carlitos Contín, Matías Fernández por los amortiguadores y Esteban Pou por los motores”. La cita venidera será en Rafaela el fin de semana del 29 de mayo.
Todo listo para la primera incursión europea del año
El Mundial de Resistencia visitará Italia este fin de semana para las 6 Horas de Imola, en medio de un evento pleno de hinchas de Ferrari, que querrán la revancha del año pasado. El WEC tendrá a dos campeones mundiales argentinos como Nicolás Varrone en Hypercar y José María López en GT3, ambos intentando progresar con sus equipos y pelear por buenos puntos en el autódromo ‘Enzo y Dino Ferrari’.
La apertura de temporada en Catar fue inmejorable para Ferrari y AF Corse, logrando el 1-2-3 en carrera, en un año donde apuntan a conquistar por tercera vez al hilo las 24 Horas de Le Mans. Porsche y Toyota, los grandes rivales, ahora han sumado a BMW y Cadillac como fuertes contendientes que esperan progresar algunos pasos más, y llegar al circuito de Le Sarthe imponiendo condiciones. En Imola, el año pasado fue todo para Ferrari en clasificación, pero el error en la estrategia con las intermitentes lluvias, terminaron desfavoreciendo y colaborando para una gran victoria de Toyota con el auto número 7.
El argentino Nicolás Varrone, campeón mundial 2023 de LMGTE y ganador de las 24 Horas de Le Mans en ese año, tuvo un 2024 sin estar a tiempo completo pero para este 2025, se sumó al equipo Proton en Hypercar, sobre un Porsche privado, de una estructura más modesta pero que pretende evolucionar; para Varrone es fundamental destacarse en lo personal, como lo hizo en cada categoría internacional donde compitió. Además, Nico sigue esperando una oportunidad para debutar en Fórmula 2, tras las exitosas pruebas realizadas en pretemporada.
Como si fuese poco, la habitual participación de José María López dentro de la órbita de Toyota, será una vez más con el Lexus RC F GT3, que ha encontrado algo más de velocidad con el sistema BoP, pero que sigue siendo una pieza de recambio a la espera del nuevo Toyota GT3 que el cordobés desarrolla en diversos circuitos en el mundo. Para ‘Pechito’ López, quien no pudo ni correr en Catar por abandono de uno de sus compañeros, será ideal poder mostrar todo su ritmo y experiencia como un bicampeón mundial de Resistencia y ganador de las 24 Horas de Le Mans puede aportar.
El alemán del equipo Porsche de Fórmula E, Pascal Wehrlein, fue el gran vencedor del ePrix de Miami, con el auto que le prestó al argentino Sergio Agüero en un evento promocional semanas atrás. Wehrlein dominó en Homestead, en el mítico autódromo de NASCAR, cuya divisional utilizó en variante interna.
La carrera fue muy empaquetada de movida, con el ahorro de batería suficiente en muchos de los casos para atacar en momentos más propicios. Muchos cuidaron el último modo ataque para el final, pero un accidente generó bandera roja y muchos quedaron penalizados por no cumplir el reglamento, entre ellos, quien llegó primero a la bandera a cuadros, Norman Nato (Nissan).
El episodio de incidente involucró a tres autos, y ante la inminente bandera roja, todos lanzaron el modo ataque, pero al no usarlo de forma completa, ni Nato ni otros tantos, llegaron las sanciones, y el alemán venció seguido de Lucas di Grassi (Lola) y António Félix da Costa (Porsche).
Wehrlein había sido el instructor de Sergio ‘Kun’ Agüero durante las sesiones especiales realizadas días atrás. El argentino sorprendió por su velocidad, pero también hizo dar dolores de cabeza al equipo y a un Pascal que se llevó el premio mayor.
Kyle Larson retomó la senda del triunfo en Bristol
Por por la novena fecha de la NASCAR Cup Series, en Bristol, Kyle Larson (Chevrolet) se despachó con una dominante victoria en las 500 vueltas, ganando las 3 etapas de la carrera sobre la pista de media milla de Tennessee.
Fue la segunda victoria de la temporada para el piloto del Chevrolet 5 de Hendrick Motorsports, y segunda del fin de semana tras ganar la carrera de la Xfinity Series el sábado. El domingo, Larson lideró la impresionante cantidad de 411 vueltas, incluyendo toda la Etapa 2, para lograr su 31ª victoria en la NASCAR Cup Series.
Denny Hamlin (Toyota) buscaba su tercera victoria consecutiva pero no pudo ser, no logró entrar en el ritmo de Larson y se conformó con el segundo lugar, delante de Ty Gibbs (Toyota).