Si bien rescataron algunos puntos en la final, Joel Borgobello demostró tener un arranque de año con potencial de ser protagonista habitual en la Clase 2 del Turismo Nacional. El experimentado piloto de Timbúes fue 17º en La Plata, en una final que prácticamente no se corrió por el mal tiempo.
Con buen clima, el viernes la actividad fue progresiva, y estando de mitad de pelotón para adelante, en clasificación lo molestaron en la vuelta y apenas pudo ser 24º. Esperando revancha el sábado, se pudo sacar provecho y en la tanda definitoria se colocó octavo, para así largar tercero en la segunda serie.
Borgobello salió a la caza de Gastón Grasso y Alejandro Bucci en la batería realizada el sábado por la tarde, pero en el segundo giro, un toque de Tomás Bergallo lo sacó de pista en el primer curvón, y eso relegó mucho a Joel dejándolo décimo. Como pudo, avanzó un lugar y concluyó noveno.
Más allá de todo, partiendo 25º el panorama era de avance total, con un Renault Clio que quedó bien balanceado por el Giacone Competición y los amortiguadores de Jorge Callieri, sumado al potencial erogado del motor de Esteban Pou. Pero el clima atentó con los planes: la lluvia fue tan intensa, que sólo se dieron dos vueltas a fondo porque entró el auto de seguridad dos veces, la segunda hasta el final de la carrera.
A pesar de ello, el de Timbúes generó sobrepasos y llegó 17º, cosechando algunas unidades, aunque sabiendo que son menos de las que podría haber logrado si largaba más adelante o si la carrera era con bandera verde.
“El fin de semana nos deja un balance positivo por el funcionamiento del auto. El viernes no anduvimos tan bien pero a la tardecita se trabajó en distintas cosas que nos hicieron mejorar para la segunda clasificación, el sábado. Salió la vuelta rápida con un tiempo que nos dejó octavos, y después repetimos el tiempo para estar tranquilos de cara a la serie y a nuestros rivales, que eran el Fiesta de Bucci y el Toyota de Grasso”, comenzó a analizar Borgobello sobre lo sucedido.
Y sobre la situación que lo complicó, apuntó: “Lamentablemente el toque que nos da Bergallo de atrás y quedamos sin posibilidades y esperanzas de llegar entre los de adelante. Largando 25º en la lluvia y con sólo dos vueltas de carrera, creo que fue bueno terminar 17º”.
El espectáculo fue bastante chato por el factor climático extremo, y sobre eso, Joel aseveró: “Son carreras que no me gustan porque no son carreras de autos estando con auto de seguridad. Esto no es para ir a pasear. Sirvió como carrera oficial, pero me daría vergüenza decir que gané una carrera donde casi todo el tiempo estuvo el auto de seguridad. Me gusta que se defina todo arriba de la pista”.
Para la que viene, en la provincia de La Pampa, Borgobello querrá redimirse en una pista que ya lo ha tratado bien: “Vamos a trabajar para Toay, La Pampa, y así ser competitivos desde el arranque, en una pista donde hemos conseguido nuestro primer podio en el TN, lo que nos acerca gratos recuerdos”.
Mauro Calandria