Lucas Huser no tuvo el paso deseado por Rafaela porque a pesar de tener un auto muy competitivo en TS1800, no se pudo continuar compitiendo por un accidente. El volante de Santo Tomé llegó con expectativas de mejorar, y lo hizo a medias ya que antes del accidente evidenció enormes mejoras.
En los entrenamientos de este sábado, arrancó formidablemente siendo noveno en la primera tanda, aunque luego fue 19º en la siguiente. Cayó al 14º puesto general. Luego en clasificación la situación empeoró porque se le rompió la bomba de frenos y el auto se golpeó contra una pared. Los daños fueron serios, y no se consiguió que se lo deje listo.
“Me quedé sin frenos al final de la recta y no frenaron las ruedas de adelante. Se rompió la bomba de freno y se me bloquearon las traseras. Disparé y me pegué con el paredón. El golpe fue fuerte y se dañó la distribución del motor, que es lo que finalmente me llevó a tomar la decisión de no correr para no arriesgar más”, manifestó Huser al completar la actividad.
Por otro lado, afirmó: “El auto es otra cosa luego de los cambios. Anda muy fuerte y yo diría que no hay que tocar casi nada. Se trabajó mucho y se nota, lástima que ahora tengamos que volvernos y esperar”.
Lucas Huser agradece a su padre, a Matías Fernández por todos sus aportes, a Fernando Rojas, Carlos Contín, Marcelo Sagardía, y a todos los sponsors que conforman el equipo: Marcelo Haidar y Tresal, SRS Group, Muebles DAJ, González Repuestos, Kilbel Superemecados, Transporte Melchori, Urvig, Prolimp Servicio de Limpieza, Caffaratti automotores, Santa Fe Alarmas, Marcelo López Pinturas y TS Active.
Mauro Calandria / Foto: Alejandro Gómez
