Arrancando el año con dos podios, un triunfo y la punta del campeonato de Clase 2 de Turismo Nacional, luego fue perdiendo protagonismo y cerró con un vigésimo lugar en Viedma.
Fue extraña la temporada para Emiliano Giacoponi, porque tuvo un arranque prometedor y estuvo en su mejor versión. Logró prevalecer en la primera de las dos competencias en San Jorge, pero no fue regular, donde quedó muy en claro que para terminar siendo campeón, la clave es sumar; así lo demostró Alfonso Domenech, quien no ganó carreras y se coronó anticipadamente con el Saturni Racing.
Giacoponi intentó torcer la historia cambiando de auto, dos veces, pero no hubo manera de reencontrarse con los puestos de vanguardia de forma frecuente. Este fin de semana en Viedma, Emi estaba bien ubicado pero en la serie recibió un toque de Maximiliano Bestani y se arruinaron las chances de al menos despedirse con saldo positivo de este 2016 complicado.
“No sé que quiso hacer Bestani. Yo frené pasado y él me pasó por un costado. Cuando supuse que iba a seguir de largo, se paró en el freno e intentó doblar, al mismo tiempo que yo. Los autos se engancharon y perdí todo el frente. Una locura, querer hacer eso en la primera vuelta. Estoy muy caliente”, declaró el sábado el representante de Villa Amelia.
Ya el domingo estando desde muy atrás, aguantó la carrera y terminó en el puesto veinte, lejos de todo lo que esperaba obtener. Al respecto aseguró: “El auto se desgastó rápido y no pude hacer mucho. Cerramos un año que había arrancado muy bien, pero después de los dos podios de las primeras fechas, pero después, cuando cargamos los kilos, perdimos el rumbo. Por suerte se terminó la temporada, y ahora nos vamos a poner a pensar en el 2017”.
Y finalizó: “Quiero agradecer a mi familia, mis amigos, mis sponsors, a Gabriel Rodriguez, a Esteban Pou, a mi ingeniero, Mario Bruna, a los mecánicos a todos quienes pusieron un granito de arena para este proyecto”.
Mauro Calandria a través de Prensa Emiliano Giacoponi