El mexicano logró su segunda victoria en NASCAR Cup Series, primera en la temporada y con el auto número 99 del Trackhouse Racing se metió con un pie en los ‘playoffs’.
El mexicano logró su segunda victoria en NASCAR Cup Series, primera en la temporada y con el auto número 99 del Trackhouse Racing se metió con un pie en los ‘playoffs’. La definición fue la tercera más cerrada de la historia, ganando por tres milésimas de segundo, en un final donde los tres primeros llegaron a la par y quedaron encerrados en siete milésimas.
Atlanta, como gran clásico de NASCAR, no defraudó con un excelente espectáculo y un final inolvidable. Por momentos, la competencia tenía peleas con hasta cuatro autos a la par, en un escenario que por sus curvas no ayuda a que eso termine bien. Por ello se han visto algunas incidencias, como la que el propio Suárez padeció en la trompa de su Chevrolet en el segundo giro. El equipo reparó y volvieron a la carga.
En el último reinicio, Ryan Blaney (Ford) era líder pero en un duelo de campeones, se acercó Kyle Busch (Chevrolet) y lo emparejó por afuera. Pero no se esperaban con el ataque de Daniel Suárez (Chevrolet), quien apareció por el lado externo de ambos, dejando a Busch en el centro. Al borde del toque, los tres vieron la meta casi en simultáneo, y hubo que esperar a que el cronometraje diga su veredicto. El mexicano ganó por tres milésimas sobre Busch y siete sobre Blaney.
Suárez recibió las felicitaciones de sus principales rivales, y tanto Blaney como Busch declararon estar contentos de ver ganar a Daniel por primera vez en óvalos, ya que su anterior triunfo fue en Sonoma.