El retorno al TS1800 para Diego Rossi fue un tanto difícil, ya que el nuevo Chevrolet Onix necesita seguir siendo estudiado para tener un rendimiento ideal. El piloto de Elena y su equipo renegaron todo el sábado y el domingo al menos se pudo completar tanto la serie como la final en el puesto 14.
Inconvenientes mecánicos aparecieron y complicaron el andar del Onix, pero las ganas de cada uno de los miembros del equipo sacaron adelante al vehículo. Incluso hubo que cambiar de motor por una rotura, y luego de ello, lo importante fue haber completado todos los giros del domingo.
“Fue un fin de semana complejo, donde tuvimos que resolver inconvenientes que suelen aparecer en estos autos nuevos. Entre viernes y sábado Marcelo Cuatrin trabajó para ordenar el funcionamiento del motor, superando una falla de carburación y luego otra eléctrica. Lamentablemente el sábado se rompió el impulsor, y se colocó otro”, reveló Diego Rossi.
Respecto de lo acontecido el domingo, que se complicó con pista húmeda en la final, explicó: “Largando último en la serie, llegamos 14º, y la final fue difícil por el clima. Tratando de no arriesgar por demás, en la primera vuelta me pasaron varios, pero luego pude volver a ser 14º. Sumamos puntos luego de que el equipo tuviese que trabajar muchísimo”.
Finalmente, expresó: “Estoy muy agradecido a Marcelo Zanotto, al SRS Group, a Marcelo Cuatrin y a todos los sponsors porque estamos en un proyecto más que interesante. Esperamos probar antes de volver a correr, que en mi caso será en la tercera fecha por un compromiso personal que me privará de estar en Rafaela. El segundo Onix estará con Guillermo Cavigliasso y esperemos seguir sumando datos para mejorar”.
Mauro Calandria – Prensa Diego Rossi / Foto: Hernán Rodríguez