El argentino concluyó el Gran Premio de Singapur de Fórmula 1, en un muy buen puesto once, uno delante de cómo largó. Franco Colapinto logró una estupenda partida con el Williams, ganando tres puestos, pero el ir noveno detrás de un tren lento, lo perjudicó con la estrategia, por lo cual cayó dos lugares, llegando muy dolorido por un problema estomacal.
Colapinto se mantuvo siempre en el ritmo de quienes lo precedían, pero entre lo difícil que es superar en el callejero de Marina Bay así como el estado físico que es duro para quienes no están aún aclimatados a la F1, lo hizo llegar con pocas fuerzas.
Al concluir la carrera, James Vowles, director de equipo y Gaetan Jego, su ingeniero, lo felicitaron por la tarea, porque era una carrera donde tranquilamente podría haber abandonado por temas físicos, que afectaron a todos, aunque a él un poco más de lo normal por ser su tercera carrera en F1 recién. “Hiciste una carrera fantástica. Fue una de las carreras más duras que jamás hayas hecho y terminaste a un segundo de los puntos. Ganamos juntos, perdemos juntos”, comentó Vowles. Y agregó: “Creo que teníamos un auto este fin de semana donde si hacíamos todo bien, había puntos disponibles. Pero puedo decirte una cosa: estoy muy emocionado por estas últimas seis carreras juntos. Hay un auto rápido y mucho potencial”.
Colapinto, sin establecer demasiadas comunicaciones durante la última parte de la competencia, reveló por radio a sus superiores: “No podía hablar, no porque no quisiera, fue para ahorrar fuerzas. Lo siento, realmente no pude atacar demasiado, no me sentía cómodo. Tengo mucho dolor de estómago, creo por la bebida, debe ser el azúcar”.