Hoy en día los concejales de la ciudad de Rosario no paran de sumar decisiones patéticas, como la ocurrida ayer con el autódromo de Rosario.
Hace unos días, por un pedido especial, en pocos minutos resolvieron aprobar la utilización del autódromo de Rosario sin la ordenanza vigente, para que se realice el Rallycross Mundial a fines de mes. No hubo oposición para realizar un evento en un predio que está habilitado por la autoridad competente, la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino.
Las Categorías Agrupadas Federadas hicieron un pedido similar para terminar su temporada en Rosario, algo más que justo con un autódromo listo para usar. Los concejales en vez de resolver con la misma rapidez, postergaron la reunión para una semana más tarde, a un horario pautado y cuando la gente del automovilismo se acercó a charlar el tema, ‘justo’ salían los inescrupulosos vecinos con sus abogados que casualmente viven allí y tienen poder político. Alguien les avisó.
Evidentemente todo estuvo armado para perjudicar a la gente trabajadora del automovilismo. Por el 2012, quien comandaba la movida anti-autódromo era Jorge Boasso (conocido por estar vinculado a los vecinos que misteriosamente aparecieron en el concejo, mencionados previamente). Estando en la comisión de gobierno, extrañamente (o para engañar) esta vez se promulgó a favor, al igual que Daniela León, ambos de la Unión Cívica Radical. Los que votaron en contra fueron: Roberto Sukerman (Frente Para la Victoria) Carlos Cardozo (Unión Pro Federal) y Lorena Giménez Beligni (Partido Progreso Social).
Al no haber mayoría, Agrupadas y todas sus familias no podrán trabajar en Rosario, ciudad de las cuales muchas son residentes y pagan sus impuestos para mantener tanto a los políticos que juegan con ellos, como para malgastar en un autódromo que nunca desde que reabrió, fue utilizado a pleno.
Por otro lado, la no aprobación tiene que ver teóricamente por la vagancia y la falta de compromiso del Frente Cívico y Social, que comanda la ciudad con Mónica Fein y Claudio Díaz, el subsecretario de gobierno que mucho se ha movido por el autódromo pero que no logró prácticamente nada positivo.
En definitiva, en Rosario hay un balotaje para ver qué grupo de personas es el más inepto, si el conjunto de concejales opositores que poco piensan en los que los votaron, o la gente de la municipalidad que hasta que no aparece un evento donde puedan vender humo, no se mueven de sus asientos.
Mauro Calandria / Fotos: www.concejorosario.gov.ar