No es sorpresa, pero se confirmó que Alpine F1 Team dejará de representar a Renault, su casa madre, para llevar motores AMG-Mercedes Benz desde 2026. Por motivos económicos, los impulsores franceses de Fórmula 1 desaparecerán a finales de 2025, y la marca el rombo estará totalmente fuera. En 2021 pasó de ser Renault a Alpine, y ahora será Alpine-Mercedes Benz, en una construcción un tanto extraña pero que no sucede por primera vez.
“El equipo BWT Alpine Formula One, Mercedes-AMG High Performance Powertrains y Mercedes-Benz Grand Prix han firmado acuerdos sobre unidades de potencia y cajas de cambios desde el inicio del Campeonato Mundial de Fórmula Uno FIA 2026. Según el acuerdo plurianual, Mercedes-Benz suministrará unidades de potencia al equipo BWT Alpine Formula One durante la nueva era reglamentaria, desde 2026 hasta al menos 2030. Además de la unidad de potencia, el equipo BWT Alpine Formula One también recibirá cajas de cambios Mercedes de la temporada 2026. El equipo sigue concentrado en desempeñarse de la manera más sólida posible en las temporadas 2024 y 2025”, dice el comunicado de Alpine.
Si bien Alpine es una marca de Renault, al menos este traspaso de motores no se dará con la marca principal como nombre, y como si fuese poco, es habitual ver colaboraciones de fabricantes para hacer vehículos, motores, como también puede suceder de que sean socios en la competición. Sin ir más lejos, actualmente convive el proyecto Aston Martin-Mercedes, y que desde 2026 será Aston Martin-Honda, uniendo fabricantes de automóviles dentro de la F1. Poco tiempo atrás, aunque más hermanados, se vio a Alfa Romeo-Ferrari, bajo la infraestructura de Sauber.
Lo malo para la F1 no es esta asociación, lo malo es que Renault no pudo producir un motor competitivo que le permitiese tener nuevos equipos cliente, y con una sola estructura, se puso insostenible, corriendo serio riesgo de despedazar al equipo completo. Además, con el reglamento nuevo, se cae el crecimiento que pretendían la FIA y la FOM. En 2026 estarán los motores Ferrari (Ferrari y Haas), Ford (Red Bull y Racing Bulls), Audi (Audi), Honda (Aston Martin) y Mercedes (Mercedes, McLaren, Williams y Alpine).
James Vowles en Williams, Christian Horner en Red Bull, Flavio Briatore en Alpine, y hasta el mismísimo Bernie Ecclestone lo aclama… Pero Franco Colapinto, sigue sin butaca oficial para la temporada de Fórmula 1 2025 porque muchísimos de los acuerdos ya estaban cerrados, o casi cerrados, y no es fácil modificarlos cuando hay tanto dinero en juego.
La destacada actuación de Franco sobre y fuera de la pista, el trabajo de su entorno, y el apoyo de los argentinos, tanto emocional como económico, ha despertado un gran interés pero hasta nuevo aviso, todo termina ahí. Lo bueno es que Colapinto seguirá ligado a la F1 el año que viene, porque de no conseguir butaca será reserva de Williams, probará autos de anteriores temporadas y podrá estar listo para cuando sea necesario. Sauber ya confirmó sus pilotos, y solo queda saber qué sucederá en Racing Bulls, la escudería B de Red Bull. Más allá de rumores, Sergio Pérez hoy sigue con contrato por dos temporadas más con Red Bull Racing para ser ladero de Max Verstappen. Mientras eso siga así, no hay nada para Franco. En RB, Yuki Tsunoda seguirá una temporada más y el favorito a ocupar el otro asiento es Liam Lawson, siendo de la escuela de pilotos de la marca de bebidas energéticas… Y más atrás, está Isack Hadjar. Colapinto es mirado con muchas ganas por Horner, pero hay choque de intenciones dentro de un equipo que pone y saca pilotos en distintas categorías y en dos equipos de F1 a placer. Este último detalle, es la única esperanza seria para 2025.
Pero bueno, según Ecclestone, Briatore quiere a Colapinto, que no es poca cosa, porque se trata de dos de las máximas figuras de la historia de la categoría, uno como fundador de la FOM, y otro como director de equipo de los primeros campeonatos de Michael Schumacher y Fernando Alonso. Ahora bien, Briatore en Alpine ya tiene a Pierre Gasly y Jack Doohan, este último en calidad de debutante, y al cual se lo vio preparándose para competir desde la apertura del 2025. Un rumor comenta que aportó presupuesto para las primeras cinco fechas, y que luego podría haber posibilidad de que salga, pero no es algo muy lógico, porque Alpine lo ha preparado para llegar y quedarse en F1.
Pero la lógica no es la que manda, y lo que manda son los acuerdos, desacuerdos, contratos firmados y contratos interrumpidos. Una vez que algún hecho relevante se haga público, se podrán obtener detalles sobre las chances de que Colapinto consiga butaca para 2025 o no. Así como llegó sorprendiendo al mundo para las últimas nueve carreras con Williams, otra posibilidad sería entrar a un equipo cuando la temporada ya haya comenzado.
De momento, los argentinos continúan en vigilia, ahora con menos efervescencia pero con más impaciencia. Claro, la F1 esquivó a la Argentina y a muchos pilotos talentosos por más de dos décadas, y ahora ninguno quiere ceder en la ilusión de ver a Franco crecer y llegar a la cúspide de la máxima categoría mundial.
Greg Maffei, CEO de Liberty Media, dejará el cargo a finales de 2024, y podría ser la llave para la continuidad de las intenciones de Andretti Global con la Fórmula 1. Esta novedad llega poco después de que Michael Andretti anunciara dar un paso al costado de su propio equipo, en el cual seguirá ligado pero ya no como director.
Andretti trató de impulsar a su exitoso equipo a competir en la Fórmula 1, con una entrada aprobada por la FIA para ser el undécimo equipo, cosa que fue desestimada por las otras escuderías, pero sabiendo que Greg Maffei, como director de la empresa dueña de la F1, era un enemigo acérrimo de Michael, hijo del campeón de F1 1978 Mario Andretti.
Con tantas trabas impuestas, Andretti logró asociarse a General Motors, para intentar desembarcar con motores Cadillac desde 2026, o quizá 2028, pero siempre apuntando a las nuevas reglas. La FIA, viendo que se trataba de un equipo fuerte, con apoyo de una de las automotrices más grandes de los Estados Unidos, no tendría por qué verlo mal. Pero siempre estaba Maffei de por medio…
En medio de las enormes polémicas que envuelven a la F1, su lucha contra la FIA, y la cantidad de actores que renuncian, que son echados, y los pedidos de mejoras por parte de ambas partes hacia la otra, en Liberty Media aparece un adiós que podría ser una solución para un Andretti que ya no dirigirá más Andretti Global.
Mario Andretti, este año reveló que quería hablar con Stefano Domenicali sobre el proyecto cuando Maffei se apareció y dijo que haría “todo lo posible” para que “Michael nunca entre en la Fórmula 1”. Ese golpe mediático dejó en claro que existe una interna que podría traer novedades en el futuro cercano.
De Mikkola a Rovanperä: Los campeones de WRC que probaron en F1
Las disciplinas de automovilismo de velocidad más exigentes del mundo, pueden separarse en dos ramas que en sus puntos más altos, tienen a la Fórmula 1 para la pista, y al Rally para los caminos todo terreno. No sucede muchas veces, pero Kalle Rovanperä se acaba de sumar al listado de campeones mundiales de Rally que pudieron conducir un auto de F1, aunque sea en una prueba.
El finlandés, campeón 2022 y 2023 de WRC, se subió a un Red Bull RB8 en el A1 Ring, previo paso por un F4 y un World Series, para adaptarse y subir a un Fórmula 1 por primera vez. Rovanperä, piloto oficial de Toyota en WRC a tiempo parcial, ya se ha dedicado a otras disciplinas como el Drift y en pista, ha ganado competencias en la Porsche Carrera Cup Benelux y por su cabeza siempre está probar adrenalina diferente.
De todas formas, varios campeones de WRC han manejado autos de Rally. Hannu Mikkola se subió a un Arrows motor BMW en 1983, en Donington, el mismo año de su título; Mikkola quedó a más de tres segundos de Marc Surer, piloto de la unidad de F1, sin cometer errores.
Otro ensayo mejor documentado, fue el de Colin McRae, quien manejó el Jordan 195 a finales de 1995 en Silverstone. El escocés luego sería campeón mundial de WRC con Subaru. Estuvo a dos segundos de Martin Brundle, piloto titular. Cuando pasó a Ford, hubo chances de pasar al equipo Stewart, luego Jaguar, pero esa idea se dejó de lado.
Otra gloria del WRC, Tommi Makinen, probó a inicios de 1998 un Williams FW20. El cuatro veces campeón con Mitsubishi se accidentó, por lo cual la experiencia no terminó siendo del todo positiva, aunque por supuesto, inolvidable sí.
Carlos Sainz, bicampeón con Toyota, pudo subirse al Renault R25 campeón de Fernando Alonso en ese 2005, sacándose las ganas de probar un F1. El padre del piloto ganador con Ferrari, había competido en pista pero se volcó a los Rallies con éxitos en WRC y Dakar.
Finalizando el 2008, otro campeón de Rally, el nueve veces monarca Sébastien Loeb, probó un Toro Rosso en ensayos en Silverstone y Montmeló, quedando a un par de segundos de Takuma Sato. Si bien Loeb no se propuso correr, en 2009, en Abu Dhabi, estuvo a punto de sustituir a Jaime Alguersuari pero la FIA no le otorgó la superlicencia necesaria. En 2007, ya había probado un Renault.
Sébastien Ogier, ocho veces campeón mundial, también tuvo su oportunidad, con un Red Bull RB7. El francés, quien actualmente sigue en un plan reducido en WRC con Toyota, intentó en el mundo de la Resistencia pero no se convenció del todo en un LMP2 y regresó al todo terreno.
A fin de cuentas, el talento de los pilotos de Rally, muchas veces estuvo acorde a lo que la Fórmula 1 pide, lo mismo ha sucedido con pilotos de MotoGP como Valentino Rossi, o de NASCAR como Jeff Gordon. También fueron muchísimos los pilotos de F1 que han corrido Rally o Rally-Raid, incluyendo legendarios como Kimi Räikkönen, Jacky Ickx, Fernando Alonso, Robert Kubica, Jan Lammers, Jean-Pierre Jabouille, Jean-Louis Schlesser, Mikka Häkkinen, Jos Verstappen, Alex Zanardi, Jean Alesi, Alain Prost (fue campeón del Trofeo Andrós en nieve) y hasta el mismísimo Norberto Fontana con el Dakar.
Pero no es fácil tener éxito en Rally y F1, y testigo de ello fue Carlos Alberto Reutemann, único piloto en hacer podio en F1 (ganador de 12 GP) y en WRC, siendo 3º en el Rally de Argentina de 1980 con un Fiat 131 Abarth y 3º en el Rally de Argentina de 1985 con un Peugeot 205 Turbo 16 del mítico Grupo B.