El tercer capítulo del Turismo Nacional mostró a un Alejandro Valderrey más competitivo que nunca, con su mejor resultado hasta el momento en la Clase 2.
Con su Fiat Palio de Clase 2, presentando estructura propia, renegó durante muchas carreras hasta encontrar un motor potente y confiable. Haber clasificado séptimo en La Plata, siendo el mejor de su grupo, enalteció los ánimos de todo su equipo. Si bien en carrera fue todo más difícil por algunos despistes, en la final arribó décimo y espera seguir progresando.
“Para este año nos preparamos bien con los motores de Rubén Guerini, y ya en Toay se notó, pero se nos reventó el volante de motor y perdimos las expectativas porque tenemos un solo impulsor veloz, pero ya estábamos competitivos”, comentó Valderrey.
Por otro lado, el representante de Roldán detalló: “En La Plata desde que salimos a pista estuvimos rápidos y entreverados en el lote de adelante. El circuito nos costó mucho y nos rompió la cabeza porque la pista siempre estaba diferente. Clasificando en el grupo C fue difícil, pero pudimos ser los más rápidos del grupo, y nos ubicamos sextos sin succión. La vuelta fue ideal el viernes y en la general quedamos séptimos”.
Respecto de la carrera del sábado, donde no le fue tan bien, explicó: “Largamos terceros en la segunda serie, y me quedé patinando, fue un error mío no haber practicado largada con este motor, mucho más potente respecto de lo que usaba antes. Perdí dos lugares y Damián Kirstein me tocó, y me retrasé”.
Finalmente, sobre la remontada del domingo, ‘Coqui’ Valderrey resumió: “Partí 19º en la final, con una pista llena de manchones de aceite, y me despisté en la primera vuelta, sin agarre, pero lo saqué a tiempo y seguí para adelante, fui avanzando y se caía el ritmo pero menos que al resto. Llegué décimo entre 23 que terminamos, y el Palio estaba para estar mucho más adelante. Este resultado es muy importante para nosotros de cara a lo que viene”.
Mauro Calandria
