José María López comenzó con el pie izquierdo en el Campeonato Mundial de Resistencia, accidentándose en su turno de manejo en Silverstone, con un auto que ya estaba dañado.
A pesar de partir en pole position, el Toyota número 7 peleó y mucho para defenderse, en un comienzo con Mike Conway al volante, y luego con Kamui Kobayashi. La vanguardia la intercambiaban con el Toyota número 8, con Sébastien Buemi, Kazuki Nakajima y Anthony Davidson al mando.
El cambio de posiciones se daba porque Porsche estaba al acecho. Pero con Kobayashi en la conducción, apareció un problema con la barra estabilizadora delantera del auto y el ritmo fue bastante lento, cayendo al cuarto lugar. Entonces a Kamui lo mandaron a boxes, cambió la parte trasera del auto para compensar con otro alerón, y comenzaron otras complicaciones.
Las lluvias intermitentes generaron múltiples despistes y situaciones difíciles. Incluso Porsche se puso por momentos en punta, pero tras diversas paradas, Toyota se recuperó. Cuando llegó el turno de ‘Pechito’ López, se estaba lejos del triunfo y en búsqueda de tiempos muy veloces, poco duró antes de un incidente donde el control fue perdido e impactó con una defensa en la curva Copse.
A pesar de tener roturas, el argentino llevó el auto al box para intentar arreglar y seguir en pista, para obtener información y no mucho más, porque la competencia ya estaba perdida. Todo jugó en contra, y para López fue cuesta arriba con el despiste. El argentino fue llevado a un hospital a Oxford para chequear que no tenga fisuras, ya que el impacto no fue menor.
La victoria fue para el Toyota número 8 con Buemi manejando sobre el final, en una lucha en pista excelente que a doce minutos tuvo un sobrepaso genial sobre el Porsche número 2, que conducía Brendon Hartley en ese momento.